EL DÍA QUE CARLOS MONZÓN DERROTÓ A RODRIGO VALDÉS
El Estadio Luis II de Monte Carlo capital del Principado de Mónaco se encontraba hasta la bandera de excitados aficionados que temblaban de emoción ante la proximidad del gran combate entre el ya legendario campeón argentino Carlos Monzón, y el peligroso Colombiano Rodrigo «Rocky» Valdés también Monarca de la División. Ya eran frecuente en el reinado del argentino sus presentaciones en el Principado de Mónaco; la conmoción llegaba hasta la Familia Real, pues ya era costumbre ver al Príncipe Raniero, su hijo varón Alberto y sus bellas hijas Carolina y Estefanía, acudir a los combates del gran Monzón.
Era la defensa número 13 que llevaba a cabo Monzón desde que conquistó la corona el 7 de noviembre de 1970 en Roma, cuando noqueó al legendario italiano Nino Benvenutti. Desde entonces había reinado con mano de hierro en el Peso Mediano acabando con cuanto retador le salió al paso.
Por su parte Rodrigo Valdés aprovechó que en el año 1974, el CMB desconoció a Monzón, para ganar la corona de esa división con un nocaut en 8 asaltos sobre el duro norteamericano Bennie Briscoe; desde entonces defendió ese título ante: los franceses Gratien Tonna y Max Cohen, el colombiano Ramón Méndez y el mexicano Rudy Robles. Así que todo estaba listo para el 26 de junio de 1976 cuando ambos Monarcas se verían las caras para saber, de una vez por todas, quién era el verdadero campeón.
FUE UNA GRAN PELEA
Desde el primer campanazo se vieron clara las estrategias de ambos campeones; Monzón, de mayor estatura y alcance, buscaría controlar el centro del ring y usar su técnica en la media y larga distancia en tanto que Valdéz, gran fajador y de menor estatura trataría de pelear en el Infight para aprovechar la potencia de sus golpes. Este fue el planteamiento a lo largo de los 15 asaltos, en los cuales ambos se golpearon fuertemente. Monzón impuso su estilo durante varios rounds utilizando su largo Jab de izquierda y su directo de derecha, aunque en muchos pasajes se vio obligado por ‘Rocky’, a intercambiar puños en la corta distancia.
La pelea era violenta y despiadada y hubo un momento crucial en el round 14 cuándo Valdés falló una derecha larga y Monzón, que había dado medio paso atrás, lanzó la suya y acertó en pleno rostro del colombiano, el puño del argentino ocasionó doble efecto: la fuerza que aplicó el gaucho y el impulso que traía Valdés.
El colombiano se fue de boca y cayó de rodillas sacando medio cuerpo fuera de las cuerdas. Esta caída a la altura del round 14 pareció inclinar la balanza a favor del campeón argentino. Pese a todo en el último asalto Valdés continuó atacando aunque ya muy cansado; la campana lo sorprendió en fuertes cambios de golpes. La pelea había sido épica y el prestigio de ambos, sin importar quién ganara, salió fortalecido.