Hace 23 años en el Madison Square Garden. Bernard Hopkins noqueó a Tito Trinidad y dejó sorprendido al mundo del boxeo.

El histriónico peleador norteamericano Bernard Hopkins dejó perplejo al mundo del boxeo al ejecutar una demostración de estrategia, aguante y ataque que contuvo y desgastó el ímpetu y la pegada del boricua Félix «Tito» Trinidad, para noquearlo en el round 12 de una pelea en la que se disputaban todos los cinturones del peso mediano.

El combate se celebró el 29 de septiembre de 2001 en el histórico recinto del Madison Square Garden de Nueva York. Un hecho resaltante es que hacía apenas 18 días – el 11 de septiembre de 2001 – en un evento impresionante, dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas, lo que fue una tragedia que conmovió al mundo. La pelea estaba programada para el sábado 15 de septiembre, pero debido a lo ocurrido se pospuso para el 29 de ese mismo mes; desde entonces han pasado 23 años.

Un ambiente de tristeza

Rodeado por un ambiente de tristeza y luto por las víctimas de aquella acción monstruosa, se llevó a cabo la cartelera pugilística que, desde el punto de vista boxístico, era muy atractiva. La afición puertorriqueña se volcó a las instalaciones del Madison Square Garden para apoyar a Tito, que ha sido uno de los mayores ídolos de la Isla del Encanto. El boricua salió al ring confiado en sus condiciones y en su letal gancho de izquierda, sin embargo, Hopkins lucía fuerte, seguro de sí mismo y relajado.

Se preocupaba sobre todo de proteger el lado derecho de su rostro y su costado del gancho zurdo de Trinidad. El campeón puertorriqueño buscaba abrirse paso entre la cerrada guardia de Hopkins tratando de colocar su gancho siniestro o el recto de derecha.

A medida que pasaban los asaltos

Hopkins – apodado “Executioner” – ganaba en confianza porque estaba logrando neutralizar la ofensiva de Tito y a la vez su incesante jab de izquierda le estaba entrando al rostro a su rival, al que también castigaba cada vez más, rematando con el recto de derecha. La situación se ponía más compleja para Tito y los boricuas. Casi terminando el décimo round, Hopkins conectó un upper de derecha y dejó a Tito con las piernas flojas, aunque lo salvó la campana en el 11. El “Executioner” se lo tomó con calma, pero en el 12 salió al remate y con una violenta combinación de puños sentó en la lona a Trinidad.

El árbitro Steve Smoger le aplicó el reglamentario conteo al boricua, pero en ese momento su padre, Tito Trinidad Sr., entró al cuadrilátero y se interpuso en señal de rendición. De allí en adelante, la carrera de Tito Trinidad entró en declive, mientras que Hopkins concretó un glorioso reinado en los medianos y hasta se coronó en los semicompletos. Se retiró del boxeo después de los 50 años. De aquella gran jornada en Nueva York han pasado 23 años.

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