La muchedumbre pronto comenzó a expresar su frustración, demandando que el dinero de las entradas. Las reglas neutralizaron eficazmente la amenaza de ataque del luchador nipón.

El famoso ex campeón mundial Mike Tyson, apodado “Iron Man” estaría de regreso al cuadrilátero en una pelea que se presume de exhibición a efectuarse en el Estadio AT&T de Arlington Texas, el 20 de julio de este 2024; su rival sería el ahora boxeador y muy popular hombre de las Redes Sociales Jake Paul.

Aún no se ha precisado si este combate sería de exhibición o pelea oficial, pero parece imposible que a los 57 años se le permitiera a Mike Tyson combatir oficialmente ante un hombre como Paul de 27 años. Aprovechamos para recordar otras ocasiones en el pasado en las cuales se enfrentará un ex campeón antiguo contra un rival de otros tiempos o de otro estilo de combate.

Algunos la ven como un atractivo y fascinante evento para recibir el verano, que enfrenta al que sin duda es uno de los boxeadores más exitoso de todas las épocas en contra de uno de los nombres más populares del momento, mientras que otros lo ven como nada más que una forma de hacer dinero y una burla al deporte.

Muhammad Ali con el luchador japonés Antonio Inoki en 1976.

Muhammad Ali con el luchador japonés Antonio Inoki en 1976. (Getty)

Casi inevitablemente, esta pelea nos invita a compararla con el infame enfrentamiento de Muhammad Ali con el luchador japonés Antonio Inoki en 1976.

Ali, atraído por lo que era en aquel entonces una súper oferta económica (6 millones), aceptó enfrentarse a Inoki en el Nippon Budokan arena de Tokio, apenas ocho meses después de haber derrotado a Joe Frazier en el «Thrilla in Manila».

Muhammad Ali de 34 años y entonces campeón del mundo, viajó a Japón esperando un enfrentamiento de exhibición en el que ambos combatientes realizarían movimientos coreografiados, al mismísimo estilo de la lucha libre. Sin embargo, pronto se hizo evidente que Inoki estaba tomando «la pelea del siglo» en serio y no como se planeó en los ensayos, lo que provocó pánico en el campamento Ali.

Las reglas se negociaron entre los representantes de ambos combatientes, en las que se impusieron una serie de restricciones, sobre todo a Inoki, para asegurar que el combate fuera justo.

Al luchador japonés se le prohibió enganchar o llevar al suelo a su oponente, mientras que las patadas tendría que hacerse con una rodilla en la lona (neutralizando eficazmente su amenaza de ataque). Se pactaron 15 asaltos, y la pelea fue vista por 1,4 millones de personas en todo el mundo.

Muhammad Ali con el luchador japonés Antonio Inoki en 1976.

Muhammad Ali con el luchador japonés Antonio Inoki en 1976. (Getty)

Inoki pasó la mayor parte de la pelea rodando por el suelo, apuntando con patadas débiles hacia las piernas de Ali, mientras que el boxeador (prohibido de golpear a su oponente en el suelo), pudo hacer poco más que gestos sugiriendo a su oponente que se pusiera de pie.

La muchedumbre pronto comenzó a expresar su frustración, demandando que el dinero de las entradas les fuera reembolsado. Eventualmente el combate terminó en empate, permitiendo que ambos peleadores conservaran un poco de dignidad.

Muhammad Ali con el luchador japonés Antonio Inoki en 1976. (Getty)

Muhammad Ali con el luchador japonés Antonio Inoki en 1976. (Getty)

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