A nadie le pasaba por la mente que el “monstruo” del boxeo, el “Iron-Man”, el invencible, pudiera caer vencido ante el humilde retador norteamericano James “Buster” Douglas, el Tokio Dome presentaba un lleno impresionante y la expectativa mundial era demencial.

Tyson era la mayor atracción del boxeo, del deporte y de cualquier espectáculo, y cuando el árbitro mexicano Octavio Meyran, detuvo la pelea en el 10mo round, protegiendo a un Tyson mareado y aporreado, los aficionados presentes y los millones de televidentes exhibían la misma cara de asombro e incredulidad.

Imposible que Tyson perdiera con algún otro ser humano y menos con un hombre al que, cuatro minutos antes había lanzado a la lona boca abajo casi
totalmente vencido.

Tyson derribó a Douglas con un Uper de derecha que lo hizo caer a la lona de forma impresionante la cara contra el piso, pero en ese preciso momento sonó la campana; ante la confusión el réferi, Octavio Meyran, dejo pasar unos segundos antes de iniciar el conteo sin mirar previamente al Time Keeper.

Ya se habían contabilizado 4 segundos cuando la cuenta del réferi iba por 8, Douglas se levantó para dirigirse tambaleante hacia su esquina; nadie reclamó que el retador había pasado 12 segundos en la lona, seguramente porque pensaron que no saldría para el noveno round y en caso de que lo hiciera sería peor para él porque Tyson lo iba a destrozar.

Asimilación de Douglas

Pero ocurrió el fenómeno inesperado, Douglas si salió para el noveno, Tyson se mostró muy cansado y no remató a Douglas, por el contrario “Buster” fue quien maltrató a Tyson en ese episodio.

Para el décimo increíblemente, Douglas se veía fuerte y Tyson se veía exhausto; nadie lo podía creer. Para colmo el sorprendente retador estaba golpeando a Tyson y este se tambaleaba. Ante el asombro de todos Tyson cayó a la lona y se veía muy mal, el arbitro Octavio.

Meyran detuvo el combate y ante la estupefacción de todo el mundo declaró ganador y nuevo campeón mundial a Douglas. No se podía creer, Tyson había perdido su titulo por KO ante “Buster” Douglas.

Así se completó la más grande sorpresa de la historia del boxeo. De ese extraordinario evento se cumplen 35 años este 11 de febrero del 2025

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