Gómez vs Zárate: Hace 46 años, en San Juan de Puerto Rico, se vivió uno de los enfrentamientos más esperados en la histórica rivalidad entre México y Puerto Rico.

El fenomenal Wilfredo Gómez propinó un contundente nocaut a Carlos «Cañas» Zárate en el quinto round de una pelea que, aunque tuvo algunos momentos de confusión, no mostró al público la competitividad que se esperaba.

El combate comenzó con mucha cautela por parte de ambos contendores. Los dos exhibían en su récord que eran noqueadores increíbles —de 74 peleas en total habían logrado 72 nocauts— por lo que se esperaba un combate verdaderamente explosivo por ambos lados.

Los tres primeros asaltos transcurrieron bajo mucha tensión, pero con pocos intercambios de golpes. A Gómez le indicaban desde su esquina que peleara desde afuera y que no cayera en el toma y dame, mientras que Zárate iba hacia adelante con precaución, cuidándose de algún bombazo del boricua.

En el tercer asalto

Zárate se aventuró un poco más y logró arrinconar en algunas ocasiones a Wilfredo contra las cuerdas. Sin embargo, es de hacer notar que en ninguno de esos lances consiguió conectar algún puño que lastimara al boricua.

En el cuarto

Zárate volvió a intentarlo, pero Gómez, de espalda a las cuerdas, le impactó con un gancho de izquierda que lo envió a la lona a gatas con medio cuerpo fuera de las sogas. El estadio Roberto Clemente era un escándalo demencial. Zárate se levantó en muy malas condiciones y luego del conteo del réferi Maurice Gibbs, Gómez se lanzó al remate. Sin embargo, el pandemónium era tal que no se escuchó la campana y Gómez siguió golpeando a Zárate.

En el quinto

Gómez volvió a castigar a Zárate enviándolo a la lona con el agravante de que el réferi Gibbs no intervino a tiempo y Wilfredo golpeó a Zárate estando en la lona. Luego del conteo lo volvió a castigar y Zárate resbaló poniendo rodilla en tierra. Fue entonces cuando la toalla de la esquina mexicana voló por los aires en señal de abandono. El estadio Roberto Clemente se venía abajo, mientras que el gran Wilfredo vivía una jornada gloriosa.

Ambos campeones siguieron sus carreras como monarcas universales en sus distintas divisiones. Zárate ejerció como campeón Gallo un tiempo más hasta perder la corona con su paisano Lupe Pintor, en un fallo que todavía se considera injusto. Gómez completó 17 defensas por nocaut como campeón Súper Gallo y todavía después se coronó en Pluma y Súper Pluma.

Aquel 28 de octubre de 1978 se enfrentaron dos grandes leyendas del boxeo latino, en un combate que quedará para siempre en la memoria de los aficionados.

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You may also like