El réferi mexicano Jesús Granados vivió uno de los momentos más desagradables de su carrera profesional, que si bien no es muy habitual en los eventos boxísticos, existen antecedentes trágicos al respecto y lo que vivió Granados es sin duda alguna uno de ellos, que simplemente quedó en un susto y en una anécdota nada más.

El hecho tuvo lugar en una jornada de boxeo mexicano y fue precisamente en medio del duelo que sostuvieron Irving Turrubiartes y Gerardo Valenzuela, un duelo que desde el primer campanazo se mostró como uno lleno de bastante poder de puños, acción y que en cualquier momento alguno de los boxeadores podía caer derrotado por la vía del cloroformo, solo que en esta ocasión ocurrió en contra de Jesús Granados.

Faltando poco menos de 10 segundos para que las acciones del tercer episodio del combate llegara a su conclusión, ocurrió el fatídico hecho; El árbitro quedó muy cerca de uno de los 2 boxeadores y fue alcanzado en el pecho por un potente golpe por parte de Turrubiartes, que quedó bastante alejado de su oponente pero llegó a conectar de lleno en el pecho del tercer miembro del cuadrilátero.

A pesar de haber recibido el impacto, todo parecía seguir su curso con normalidad pero una vez concluyó el asalto, el réferi se acercó a una de las esquinas para conversar con algunas personas miembros de la comisión encargada de la pelea y de inmediato se dio la asistencia médica en el cuadrilátero, lo cual encendió las alarmas en el recinto.

Los médicos al atenderlo dieron por concretado que Granados no podía continuar y tuvo que ser reemplazado para que el duelo concluyera; Turrubiartes ganó el duelo por la vía del nocaut en 7 episodios sobre Valenzuela.

Luego del combate se pudo saber que Granados no sufrió daños mayores al dolor que tuvo por el impacto del golpe inesperado, pero gracias a la atención médica, se pudo reponer y se encuentra muy bien de salud.

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