La pelea anticipada entre Rey Vargas y O’Shaquie Foster ahora tiene una fecha, y esta es la información que ha dado a relucir Mike Coppinger de ESPN.com, en donde dejó saber que la pelea encabezará la cartelera del 11 de febrero de Showtime desde Alamodome de San Antonio.

Vargas y Foster estarán peleando por el título vacante de peso ligero junior del CMB (130 libras). La pelea previamente reportada entre Subriel Matías y Jeremías Ponce, por el título vacante de peso welter junior de la FIB (140 libras), también está en dicha velada, lo que hace una buena combinación de enfrentamientos para la noche.

Vargas, de 32 años (36-0, 22 KO) buscará convertirse en un campeón de tres divisiones con una victoria sólida y contundente. Ganó el título del CMB en 122 libras en febrero de 2017, yendo a Inglaterra para vencer a Gavin McDonnell, e hizo cinco defensas exitosas entre agosto de 2017 y julio de 2019.

Vargas pasó de Golden Boy Promotions al establo de Premier Boxing Champions después de eso, y tuvo un tiempo fuera del cuadrilátero de poco menos de dos años y medio antes de pasar al peso pluma en noviembre de 2021, y le arrebató el título del CMB en esa división a Mark Magsayo en julio de este año, también en el Alamodome.

Se habló de que Vargas se unificaría en el peso pluma con Leo Santa Cruz, pero todo se vino abajo, y en su lugar se mueve hacia arriba en las divisiones de peso, buscando adjudicarse uno de los cinturones vacantes por Shakur Stevenson en septiembre.

Foster (19-2, 11 KO) tuvo un par de reveses en ShoBox en 2015 y 2016, pero se ha recuperado con nueve victorias consecutivas, y se ha visto bien en algunas peleas notables, incluida una victoria en marzo sobre Muhammad Yaqubov en una cartelera de Probellum en Dubai.

Ahora con 29 años, Foster parece estar en el mejor ritmo de su carrera profesional, y se encuentra preparado y enfocado para lo que será su primera pelea de título mundial. Vargas será un enfrentamiento difícil, pero Foster es un 130 libras natural, y Vargas no lo es, además de ello, este es un enfrentamiento bastante raro en el que Vargas no tendrá una ventaja de alcance bastante grande, al menos en papel.

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