AMILCAR BRUSA EL LEGENDARIO ‘HACEDOR DE CAMPEONES’ ARGENTINO
De boxeador amateur a maestro de campeones, la vida y legado de un inmortal del pugilismo argentino.
Recordado como el mejor entrenadores argentino de la historia del boxeo. Amilcar Brusa nació el 23 de octubre de 1922 en la provincia de Santa Fe, mismo lugar en donde falleció el 27 de octubre de 2011 cuando recién cumplió sus 89 años.
Con casi 2 metros de altura, Amílcar Brusa inició como boxeador amateur en la división de peso completo y fue eliminado en las finales para conformar el equipo nacional que participaría en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, por lo que decidió seguir adelante en el boxeo pero desde otra esquina, como entrenador profesional.
En esta nueva faceta
Su más grande logro fue llevar a Carlos Monzón a la gloria, a lo más alto del boxeo argentino y mundial y pese a que no estuvo en los primeros años de su carrera, una vez se conformaron como equipo, no hubo poder humano que los separa hasta que trágicamente falleció en un accidente automovilístico el gigante Monzón.
“Yo soy bien campesino, porque de niño de primero a cuarto grado debía hacer 24 kilómetros -12 de ida y 12 de VUELTA- a caballo para ir a la escuela. Pero debo reconocer en el boxeo la disciplina deportiva que me dio todo y me hizo conocer todo el mundo”, Amílcar Brusa.
En 2007 recibió el merecido premio de ser exaltado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Nueva York.
Una intachable trayectoria
Después de una intachable trayectoria, de haber tenido que abandonar su país para residenciarse en Estados Unidos y de formar grandes campeones, Brusa pasó los últimos días de su vida hospitalizado en un hospital santafesino por presentar complicaciones en un cuadro de bronquitis aguda.
Amilcar Brusa también es recordado en Colombia por haber sido entrenador de Miguel ‘Happy’ Lora, Sugar Rojas, Tomás Molinares, Luis Mendoza, Rafael Pineda y Francisco Tejedor.
«El boxeo es mi pasión. Quiero a esta actividad deportiva que ocupa un pedazo muy grande de mi vida. Esta disciplina es la única que puede ofrecer futuro a un chico humilde, pobre, sin estudios, que está fuera del sistema», era uno de los lemas más mencionado por Brusa