ROBERTO DURÁN CONFIESA QUE NUNCA DIJO LA FRASE ‘NO MÁS’
La historia de dos legendarios boxeadores
Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán y «Sugar Ray» Leonard protagonizaron una trilogía que marcó sus carreras profesionales, la primera pelea se celebró el 20 de junio de 1980 en Montreal, mientras la segunda el 25 de noviembre de ese mismo año en Nueva Orleans, y la última fue el 07 de diciembre de 1989 en Las Vegas.
Durante su revancha en Nueva Orleans quedó plasmado uno de los momentos más referenciados en la historia de este deporte el famoso «No más».
Si bien el primer encuentro entre estos dos peleadores destacó su alto nivel de preparación mostrando desde los primeros minutos una cátedra de boxeo digna de repetir. Con acción de principio a fin, «Sugar Ray» Leonard moviéndose por todo el ring y trabajando la corta distancia muy decidido a conservar su título mundial. Durán por su parte con la estrategia perfecta desde lo psicológico trabajó a Leonard llevando las riendas del combate el cual se desarrolló exactamente en el estilo que él dispuso.
La revancha se cuadró para noviembre de ese año, llegó el momento y al sonar la campana se vio una pelea totalmente distinta a la primera.
Sugar Ray no cometió el mismo error de pararse a pelear al estilo de Roberto pues él mismo reconoció que «Mano de piedra» era más fuerte y optó por usar su mejor boxeo esquivando la mayoría de los golpes de un Durán quien no lucía dominante como la vez anterior. Lucía confuso, lento y enojado por las burlas de su rival, al llegar el 8vo asalto ocurre lo inimaginable, el campeón da la espalda mientras el referee Octavio Meyran le exige que pelee, pero no tuvo éxito, el equipo de Leonard estallaba de júbilo mientras el de Durán, en una mezcla de confusión y decepción trataba de asimilar lo sucedido.
Durante una entrevista Roberto Durán confesó que en ningún momento dijo esa frase porque aún no se había rendido. Negó haber dicho la famosa frase que hoy todos conocen y atribuyó al periodista norteamericano Howard Cosell haberlas dicho pues asegura que jamás salieron de sus propios labios.