¡EL MÁS GRANDE PESO MEDIO DE LA HISTORIA DEL BOXEO!
«Nunca habrá un campeón del mundo con las condiciones profesionales y la responsabilidad de Carlos Monzón… Monzón ha sido el boxeador más grande del mundo en la categoría mediana y quien me dio a conocer en el orden internacional».
Amílcar Brusa
Primeros años
El legendario peso mediano argentino Carlos Roque Monzón, quinto hijo de Roque Monzón y Amalia Ledesma, nació en San Javier, Provincia de Santa Fe, Argentina el 7 de agosto de 1942 y creciendo en un ambiente humilde se familiariza con el mundo del boxeo el cual le permitió desde muy joven defenderse a nivel callejero y madurar a destiempo una niñez con muchas carencias.
Contando con 10 años de edad y estando en tercer curso de primaria abandonó sus estudios, realizó trabajos no adecuados para su edad para poder ayudar a su familia.
desempeñándose como vendedor de periódicos, y lechero. Desde muy temprana edad se familiariza con personas establecidas en el mundo boxístico tal como el «Mono» Martínez y Roberto Agrafogo, quienes fueron sus primeros managers, en una época donde el novel Monzón proyectaba hacerse de un espacio en el pugilato pagado.
«Cuando comencé en el boxeo, no tenía botas, y entrenaba solo descalzo hasta que me dolían los pies, por las astillas clavadas en la piel en el piso de madera; eso es el boxeo, y con tal de boxear lo hago de cualquier manera y con quien me pongan enfrente…»
Comienzos en el boxeo
Ya establecido como boxeador amateur conoce al forjador de campeones y hoy miembro del Salón de la Fama, el entrenador Amílcar Brusa, quien pule las innatas habilidades de Carlos y desde entonces dirige su carrera no solo como entrenador, sino como consejero, asesor y como un padre hasta el final de la carrera de este.
Debutó como boxeador amateur en su ciudad natal ante José Cardozo con quien empata, se tiene poca documentación sobre la carrera amateur de Monzón y por la razón de no desinformar ni caer en especulaciones, me limito a concluir esta etapa de su vida deportiva con comentar que de aficionado realizó 87 peleas, ganando 78, perdió 8 y empató 6, y el 12 de diciembre de 1962, cuando vence a Bienvenido Cejas por puntos, en 5 asaltos, se retira del boxeo aficionado.
El debut profesional de Carlos Monzón se realiza el 6 de febrero del 1963 ante Ramón Montenegro en la ciudad de Santa Fe, a quien derrotó en dos asaltos por la vía del cloroformo. Sus primeras 14 peleas fueron en las 154 libras o Peso Superwelter, perdiendo por primera vez ante Antonio Aguilar en su combate número 9; debutó en el Peso Medio o 160 libras ante Felipe Cambeiro en Brasil, quien le propinó su segunda derrota al ganarle por puntos en pelea pactada a 8 asaltos; su tercer descalabro vendría de Alberto Massi unos meses después.
Para 1966 se consagra Campeón de Peso Mediano de Santa Fe. El 3 de septiembre ganó su pelea contra el ex contendor mundialista Jorge Fernández (quien disputará en 1962 el título ante Emile Griffith en Las Vegas y cayera por KO técnico) y gana el título de Campeón Argentino de Peso Mediano. Al siguiente año derrota de igual manera a Fernández en la revancha coronándose como Campeón Sudamericano de Peso Mediano.
En 1967 empató un combate internacional ante Bennie Briscoe en el Estadio Luna Park, también vengó sus derrotas ante Aguilar y Massi y más adelante venció a Doug Huntley y Tom Bethea, consiguiendo ser reconocido a nivel internacional para lograr así escalar puestos en el ranking mundial, estos importantes pasos, más la obtención del título regional le abre las posibilidades de un contienda mundialista.
Título mundial
La oportunidad por el campeonato mundial mediano le llegó en Italia en el Palazzo Dello Sport el 7 de noviembre del 1970 ante el campeón unificado de las 160 libras, el local Nino Benvenuti. «El Gaucho de Hierro» se impuso por TKO en el round 12 ante el campeón italiano arrebatándole las coronas medianas de la Asociación Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo (CMB/WBC) y recibió por este combate unos $15,000 dólares.
Su etapa florida llegó estadísticamente en la parte final de su carrera y justo al momento de coronarse campeón del mundo. Su combate ante Benvenuti fue catalogado por The Ring como «La Pelea del Año».
Luego de tres combates fuera de título, la revancha contra Benvenuti fue en Mónaco en 1971, pero esta vez el argentino se impuso por TKO en 3 asaltos consolidándose como el púgil de mayor empuje en la división mediana.
Tanto Tito Lectoure como el actor francés y promotor boxístico Alain Delon, fueron piezas clave en cómo la figura de Monzón fue manejada a nivel internacional y en cómo su presencia era frecuente en importantes carteleras boxísticas de Europa y en el Luna Park.
El CMB en sus oficinas, le retiró después de 9 exposiciones su fajín a Monzón y este no vino a recuperarlo hasta su primera pelea contra Rodrigo Valdez, Como campeón mundial mediano, Carlos Monzón realizó 14 defensas (10 de ellas unificadas) y 9 ganadas por KO en un reinado que se extendió por siete años.
El dominio de Monzón en esa categoría era tal que a capacitados oponentes los hacía ver muy inferiores a en su desempeño. Valdez, Briscoe y Bouttier fueron los oponentes más difíciles que tuvo, aunque su pelea más recordada y difundida es tal vez cuando derrotó al cubano mexicano José «Mantequilla» Nápoles, quien venía desde los welters y cedió mucha ventaja física al argentino. Hombres como Denny Moyer, Tony Licata y Tony Mundine se sumaron a la lista de víctimas de la «Escopeta» santafesina.
Nunca falta un «negrito» en el arroz y no es raro leer los comentarios en contra de Monzón, que siempre van en función a comparaciones con otras estrellas que dominaron en distintas etapas esa categoría: Harry Greb, el favorito de la afición norteamericana peleó la mayor parte de su carrera ciego de un ojo, Marvin Hagler fue por excelencia junto a Larry Holmes el campeón más dominante de la década de los años 80’s, realizando 13 exposiciones (12 ganadas por KO) del título unificado mediano AMB-CMB y de la naciente FIB.
Formando parte de los llamados «Cuatro Fantásticos» que acapararon y la atención mundial tras el retiro de Muhammad Alí y mucho después del retiro de Hagler surgiría el «recordman» de esa división, Bernard Hopkins quien unificó los cuatro títulos principales de la categoría y el récord que Monzón dejó a su retiro de 14 defensas, lo rompió y llevó hasta las 20, hasta ver terminada su dinastía cuando cae ante Jermain Taylor.
Sería imperdonable no mencionar al «mejor libra por libra de la historia», Ray Robinson, quien protagonizó memorables combates ante hombres como Gene Fullmer, Carmen Basilio, Jake LaMotta y Joey Giardello, más los mejores performances de Robinson fueron en el peso welter, y es lógico que para ganar varias veces un título es porque obviamente se ha perdido otras tantas lo que refleja que Robinson no fue un campeón sólido en esta división pese que inmortalizarse en combates ante los ya citados oponentes que tuvo y cuyas peleas fueron la más difundidas, lucrativas y comerciales de su carrera.
Monzón tuvo a su favor, (para los que jamás le regatean sus méritos) que para el momento que fue campeón, otros latinos como él también era monarcas en otras divisiones peleando en una época donde la ética deportiva primaba por encima del mercantilismo vacío que se ha visto en otras etapas del boxeo como es la época actual y era muy difícil conseguir un chance titular y por ende ser campeón; a diferencia de ahora que un campeón antes de firmar una pelea esta primero pendiente a una cláusula de revancha directa y de ser derrotado opta por intentar reconquistarlo pasándole por encima al primer retador del ranking, situación que le da su bien merecida posición entre los mejores boxeadores de todas las épocas; para esa época también brillaron:
Wilfredo Gómez y Sergio Víctor Palma, (Supergallo) Salvador Sánchez y Eusebio Pedroza (pluma) Alexis Arguello, (Super Pluma) Roberto Durán, (ligero) José Nápoles (welter).
The Ring otorga a Monzón el lugar 11 entre «Los Mejores Boxeadores Históricos entre 1922-2002», así como ESPN le da el puesto 45 entre «Los 50 Mejores Boxeadores de Todos los Tiempos».
En su contra tuvo el no haber complacido al público que quiso verlo invadiendo la categoría superior a retar a al campeón semipesado, su paisano Víctor Galíndez, ni el haber desarrollado carrera ni hecho grandes peleas en Estados Unidos, la Meca boxística mundial por excelencia y en un momento en que el boxeo europeo no tenía el empuje que tiene hoy, sus peleas principales las realizó en el Viejo Continente; esto, sumado a que en los Estados unidos no habían pesos medianos de renombre que pudieran retarlo con amplias posibilidades fueron factores que esgrimen siempre los que dudaron de la calidad del santafesino.
Sin embargo, la semántica es muy clara al momento de catalogar algo y está más que claro hacer distinción entre el «campeón con más defensas del título mediano», (Bernard Hopkins) «el campeón más dominante del peso mediano», (Marvin Hagler) «el mejor o más talentoso peso medio», (Ray Robinson) y el «más grande campeón mediano» (Carlos Monzón) que son conceptos muy distintos sin que ninguno opaque el aura del otro.
El estilo de Monzón era frío, calculador, pero también tenaz… estaba armado con un recto largo de derecha potentísimo, usaba muy bien su gancho derecho y su jab, sabía sacar provecho a su buen alcance y un buen footwork que le ponía fuera del alcance de los golpes de sus oponentes. No era un boxeador que se arriesgaba en vano; muchas de sus peleas las daba por terminada cuando estaba seguro que sus oponentes estaban ya lastimados y por eso prolongaba sus KOs. en vez de lanzarse locamente a noquear.
El 29 de agosto de 1977, tras defenderlo con éxito sus coronas en 14 oportunidades y vencer por segunda vez a Rodrigo Valdez, Carlos Monzón anuncia su retiro, colgando los guantes con sus facultades intactas y con sus cinturones de campeón en su poder.
Su reinado fue el más largo de la categoría: 6 años y 10 meses, hasta que Hopkins le superara en este sentido al extender su reinado desde diciembre del 1994 hasta julio del 2005.
Concluyó su carrera de 14 años con 100 combates de los cuales ganó 87, perdió 3 -todos vengados- y empató 9 con 59 KO.
La mayoría de sus defensas por título las hizo fuera de su país, jamás perdió por KO, y nunca se vio abajo en las tarjetas hasta el séptimo asaltos y en sus últimos 13 años de carrera y jamás conoció la derrota en 80 combates consecutivos.
De Monzón siempre se comentó que administró bien el dinero que ganó en el cuadrilátero y en el celuloide.
Fue actor ocasional y se le vio involucrarse con bellas modelos y mujeres de la farándula; su vida privada no escapó al escándalo cuando se le acusó del asesinato de su esposa al supuestamente tirarla desde un tercer piso, por lo que fue condenado a 11 años de prisión. Murió en 1995 en un accidente automovilístico cuando iba a su vivienda aprovechando un permiso penitenciario.
En 1997 en un homenaje que se le hizo recordando el trigésimo cuarto aniversario de su debut profesional, su entrenador Amílcar Brusa comentó:
«Nunca habrá un campeón del mundo con las condiciones profesionales y la responsabilidad de Carlos Monzón… Monzón ha sido el boxeador más grande del mundo en la categoría mediana y quien me dio a conocer en el orden internacional».
Afirmó el veterano entrenador quien forjara más de una docena de campeones del mundo.
Por: Rauly Mendez Acosta Twitter: @RaulyMendez © Copyright by frasesdeboxeo.com
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